Personajes,  Titanic

Pasajeros del Titanic #5: Isidor y Ida Straus

Hoy se cumplen 106 años del hundimiento del RSM Titanic. Para todos aquellos a los que nos apasionan las grandes historias que se hundieron con él, hoy es un día para recordar.

Para ello, hoy os traigo la siguiente entrega de esta serie de posts dedicados a aquellas personas que se dejaron la vida aquella fatídica noche, o que por el contrario consiguieron escabullirse de una muerte segura.

A continuación os indico los enlaces directos a estas publicaciones por si os habéis perdido alguna: #1, #2, #3, #4.

Es para mí un honor, en un día tan significativo, dedicar esta publicación a Isidor y Ida Strauss.

Isidor nació en Alemania el 6 de febrero de 1845. Siendo él aun joven, su familia entró en bancarrota, lo que forzó a la familia a emigrar. Su destino fueron los Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Talbotton, el estado de Georgia.

El patriarca de la familia abrió un negocio de productos secos llamado “L.Strauss & Company”. Isidor figuraba como empleado de esa compañía. En 1862, la familia de muda a Columbus, donde abren otra tienda de su compañía. Pero Isidor se desmarcó y se fue a trabajar a una compañía que se dedicaba al bloqueo de los Estados Unidos confederados, recordemos que en ese tiempo el país estaba inmerso en plena Guerra Civil Estadounidense. Después de todo aquello, Isidor y su hermano Nathan se mudaron a Nueva York donde se involucraron con la firma RH Macy & Co, adquiriendo la propiedad de la empresa en 1896.

Pero antes de que todo esto pasara, fue en Georgia donde una joven llamada Rosalie Ida se cruzó en el camino de Isidor. Ella era una inmigrante judía alemana, al igual que él. Con el tiempo los jóvenes se enamoraron profundamente el uno del otro. Al poco tiempo la pareja se casó. Juntos vivieron infinidad de experiencias y tuvieron 7 hijos a los que adoraban.

 

Con el tiempo, y después de haber adquirido Macy’s con mucho esfuerzo y sabiduría, la familia Strauss era muy respetada por la comunidad judía.

Hacia 1912, el matrimonio decide viajar a Alemania con una de sus hijas, Beatriz, para que conociera los orígenes de la familia. Llegaron a su país de origen a bordo del SS America. Beatriz decidió quedarse un tiempo más del previsto con unos parientes y Isidor y Ida decidieron volver a Nueva York, sin embargo, al encontrarse en Europa, decidieron alargar un poco el viaje y pasar por Inglaterra. Viajaban con su mayordomo John Farthing y la doncella de la Señora Strauss Ellen Bird.

El matrimonio junto a sus sirvientes, viajaron en el RSM Titanic, pero esa no era la idea inicial ya que pensaban volver a América en un barco distinto, pero estaba teniendo lugar un huelga de los trabajadores del carbón en Inglaterra por lo que el carbón de otros barcos fue desviado al Titanic.

Finalmente se embarcaron ocupando el camarote C-55, uno de los más lujosos. Después de 3 noches de disfrute envueltos en el lujo más refinado, el Titanic choca fatalmente contra un iceberg. Los pasajeros son alertados y el matrimonio acude a cubierta. Allí un miembro de la tripulación les conduce al gimnasio del barco, para que esperen allí junto a otros pasajeros, en vez de fuera, en cubierta, donde hacía mucho frío.

Al cabo de un rato les es asignado el bote nº8, a Isidor, en consideración a su edad, también se le reserva un asiento junto a su esposa. Ida ocupa su lugar en el bote mientras que Isidor se niega en rotundo a hacerlo diciendo: no subiré a ese bote antes que ningún otro hombre, sabiendo que la orden de la tripulación era que los primeros en embarcar serian las mujeres y los niños. Ante esto, Ida, que ya estaba sentada en su asiento inmediatamente se levanta y le dice a su marido: hemos estado viviendo juntos muchos años, a dónde tu vayas, yo iré.

Existen dos versiones de lo que ocurrió a continuación. Una es la que puede verse en la película de James Cameron de 1997: el matrimonio regresa a su camarote en busca de paz. Por otro lado se dice, y esta parece ser la versión más probable, que la pareja se dirigió a unas hamacas que había en la cubierta y allí esperaron el fatídico final. En esos momentos pasaba por allí el panadero del barco y Ida le pidió un pequeño favor: si podía atar con un cabo su pierna a la de su marido, sabiendo que serian arrastrados por la corriente de manera que si se soltaban seguirían unidos por el cabo. Esta fue la historia que inspiró a James Cameron para crear a sus protagonistas Jack y Rose y se sabe gracias al panadero, que sobrevivió a la catástrofe por los pelos.

El cuerpo de Isidor fue recuperado y descansa en el mausoleo de los Strauss en el cementerio de Woodlawn en el Bronx, Nueva York. El cuerpo de Ida no fue recuperado pero en la tumba de Isidor podemos leer la frase: Ni las aguas pueden apagar el amor, ni las inundaciones ahogarlo.

Es estremecedor solo el hecho de pensar en el miedo que debieron pasar estos y otros pasajeros al saber que se enfrentaban a una muerte segura e inminente. El amor que sentían el uno por el otro les ayudó a afrontar el final juntos. No descansan en paz juntos pero sus almas quedaran selladas una junto a la otra para siempre.

Hoy, especialmente, que en paz descansen.

 

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