La edad dorada: temporada 2

Esta serie ha vuelto y lo ha hecho pisando fuerte. 8 capítulos llenos de acción, nuevos personajes y sorpresas. En su día ya os presenté esta serie, por si os perdisteis la publicación, os dejo el enlace aquí.

Antes de seguir leyendo, ten en cuenta que aparecen SPOILERS.

Algunos de los temas que nutren esta temporada son el crecimiento industrial y la discriminación racial, la clásica enemistad entre antiguos ricos y nuevos ricos, la aparición de los sindicatos y la integración de la mujer en el mercado laboral.

Otro gran atractivo de esta temporada es que aparecen varios hechos que ocurrieron de verdad, así como muchos personajes existieron de verdad con sus nombres reales, aunque algunos de ellos ya los vimos en la primera temporada.

La ficción da un paso más e introduce nuevos temas como la aparición de los sindicatos en Pittsburgh, que amenazarán el imperio de George Russell (Morgan Spector), la construcción del Puente de Brooklyn, que realmente fue obra de Emily Roebling y no a su marido John Roebling, o la apertura de la Ópera Metropolitana de Nueva York.

También vemos al personaje de Peggy (Denée Benton) conociendo y sufriendo el profundo racismo que aún existía en el sur y embarcándose en diferentes iniciativas en contra de la discriminación racial en Nueva York. Por otro lado, el joven Larry Russell (Harry Richardson) se descubriéndose como un pionero feminista.

Otra maravillosa aparición en esta temporada son las impresionantes mansiones de Newport (RI) Continúan destacando la acidez y el humor de Agnes (Christine Baranski), la determinación de Bertha (Carrie Coon), la bondad de Ada (Cynthia Nixon) o la rebelión de Marian (Louisa Jacobson), mientras que en el grupo del servicio seguimos teniendo a los impecables mayordomos Bannister (Simon Jones) y Church (Jack Gilpin), quienes muestran preocuparse profundamente por su equipo de trabajo.

También descubriremos nuevas tramas como la de Watson (Michael Cerveris), quien intenta recuperar a su hija sin perder su dignidad, o la del joven Jack (Ben Ahlers), quien va camino de convertirse en un gran ingeniero con la nueva patente de su reloj despertador.

Pese a vivir en unos años donde la riqueza floreció y donde la mayoría de los protagonistas son inmensamente afortunados, la serie nos muestra cómo todos ellos sufren por diferentes motivos, incluso quien menos podría merecérselo. Así, nos muestra a tía Ada enamorándose del reverendo Forte (Robert Sean Leonar) y viviendo una bonita historia de amor por primera vez en su vida, para acto seguido arrebatársela por el fallecimiento de este. Lo único bueno de todo ello es que por primera vez vemos el lado más tierno y sensible de Agnes, quien se vuelca en su hermana regalándonos preciosas y conmovedoras escenas.

Otro personaje interesante y lleno de matices es Oscar Van Rhijn (Blake Ritson), quien además de negar y esconder su homosexualidad se ve estafado al confiar en la primera mujer que parecía interesarle mínimamente más allá de su supuesta fortuna, lo que lleva a la ruina de su madre Agnes. También vemos a Peggy renunciando al amor por su jefe por ser un hombre casado, pero sin dar un paso atrás en su lucha anti racista.

Lo mejor de esta temporada es que deja el camino abierto a una tercera entrega con muchos asuntos que resolver. Esperemos que HBO Max tenga pronto una confirmación.

En resumen, estos 8 nuevos episodios me han encantado así que vuelvo a recomendaros encarecidamente esta serie. Contadme que os ha parecido si ya la habéis visto.

¡Saludos!