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Pasajeros del Titanic #7: La fascinante historia de Violet Jessop

Dicen que hay personas a las cuales la suerte siempre les acompaña. La historia que os traigo hoy nos presenta a una de esas personas. Ella es Violet Jessop, y esta es su historia…

Violet Jessop nació el 2 de octubre de 1887 en Bahía Blanca, Argentina, en el seno de una familia humilde de origen irlandés que se didicaba a la crianza de ovejas. Sus padres fueron William Jessop y Katherine Kelly. Violet era la mayor de 9 hermanos.

Durante su adolescencia, Violet contrajo tuberculosis. Los médicos eran pesimistas, le dieron unos pocos meses de vida. Afortunada y milagrosamente la joven se recuperó de la enfermedad.

Cuando el padre de familia murió, en 1903 la familia decidió trasladarse a Liverpool, donde permaneció un tiempo hasta que finalmente se marcharon a Londres, donde Violet asistió a un colegio parroquial.

La madre de Violet empezó a trabajar en la Royal Mail Line, una naviera británica fundada en 1839. Desgraciadamente, su salud pronto se deterioró y  al poco tiempo Violet tubo la necesidad de ponerse a trabajar para mantener a la familia. En 1908, a la edad de 21 años, Violet fue contratada en el RSM Orinoco por un sueldo algo escaso a cambio de 17 horas de trabajo diarias.

Más tarde, en septiembre de 1910 fue contratada por la White Star Line para trabajar como camarera en el RSM Majestic, y el junio del año siguiente en el Olympic. Sin embargo, trabajar en esta naviera no le inspiraba mucha confianza dado que no le convencía el hecho de viajar por el Atlántico Norte debido a las condiciones climáticas.


En 1911 el Olympic chocó contra otro barco, el HMS Hawke. Violet resultó ilesa, consiguió sobrevivir y llegar a puerto. No hubo victimas y el buque fue enviado a reparación.

En 1912 zarpaba el RMS Titanic, mucho más lujoso que su hermano gemelo, el Olympic. La familia y amigos animaron a Violet a aceptar uno de los 23 puestos de camarera vacantes del Titanic. Un salario mejor y la belleza y lujo de este buque ayudaron a que la joven aceptara el puesto. No fue difícil conseguirlo dada su buena presencia, unos ojos gris azulado y el perfecto domino del inglés (con acento irlandés) y el español. Todos estaban de acuerdo en que seria una experiencia que merecía la pena vivir.

Fue en este periodo donde conoció a Thomas Andrews, diseñador y jefe de construcción de Harland&Wolf, que siempre se mostró muy cercano con los trabajadores. También nació una buena amistad con el vilolinista escocés Jock Hume.

La madrugada del 15 de abril el Titanic choca fatalmente contra un iceberg y se va a pique. Violet recibió instrucciones de situarse en cubierta y tranquilizara a todos aquellos pasajeros de tercera clase que hablasen español.

Una vez más la suerte acompañó a Violet, que consiguió embarcar en uno de los últimos botes salvavidas. En ese momento, de forma inesperada alguien coloca a un bebé de pocos meses en sus brazos. Ella lo cuida como si de su propio hijo se tratase. Al llegar a puerto, recogen al bebé de sus brazos, no volviendo a saber nada más de él el mucho tiempo. Violet fue una de las 705 personas que sobrevivieron a este naufragio, otras 1523, murieron.

 Me ordenaron que subiera a cubierta. De manera calmada, los pasajeros caminaban. Me reuní con otras camareras, mirando a las mujeres que abrazaban a sus esposos antes de ingresar a los botes con sus hijos. Un poco después, un oficial del Titanic nos ordenó que abordáramos el bote, en un primer momento, a efecto de mostrar a las mujeres que era seguro. A medida que el bote descendía, un oficial me dijo: «Señorita Jessop, tenga. Cuide a este bebé». Y me arrojó un bulto al regazo.

Violet Jessop

En 1914, Violet sigue trabajando en la misma compañía, y es contratada para dar sus servicios en el buque Brittanic. Justo en ese año se produce el estallido de la Primera Guerra Mundial y el barco se convierte en un buque hospital en el que Violet se embarca como enfermera de la Cruz Roja.

Britannic. Fuente: www.norwayheritage.com

El 21 de noviembre de 1916 el Brittanic choca contra una mina de superficie al cruzar un reducido estrecho, en el canal de Kea del Mar Egeo. El barco se hunde en 55 agónicos minutos, pero una vez más la suerte sonrie a Violet, que es rescatada en un bote.

Algunos años más tarde, Violet recibe una llamada, es un hombre que le dice las siguientes palabras: “Soy el niño al que salvaste en el Titanic”. Después cuelga el teléfono y Violet no vuelve a saber nada más de él.

En 1917 nuestra protagonista vuelve a Inglaterra y trabaja en otro barco hasta el año 1920, pero poco tiempo después vuelve a la White Star Line a bordo, una vez más, del RSM Olympic. Tres años más tarde, Violet, de 35 años, contrae matrimonio con un marinero mercante llamado John James Lewis, de 46 años del que se divorcia al cabo de 3 años.

En 1926 Violet empieza a trabajar en la Red Star Line, realizando un total de 5 cruceros alrededor del mundo. Su trayectoria profesional continúa, y en 1935 regresa a la Royal Mail Line, donde trabaja hasta el 1939.

En 1934, Violet termina de escribir sus memorias, que finalmente son publicadas en 1997 por decisión de sus  sobrinas.

Finalmente en 1959, tras 42 años de trabajo, Violet vende su casa y se traslada a una granja, un hogar que llena de recuerdos de todos sus viajes, para dedicarse a la jardineria y a la crianza de animales.

Sin duda se trata de una mujer valiente que nunca dejó de trabajar incansablemente, sin miedo a las adversidades de la vida, los naufragios y ni siquiera una guerra mundial pudo pararla.

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