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¿Quién fue Carmen Angoloti?

La dedicación a los demás es uno de los actos más altruistas que existen. Es el caso de la mujer que os quiero presentar hoy siguiendo el hilo conductor de la entrada en la que conocimos un poco más sobre la serie original de A3media, Tiempos de Guerra, os dejo aquí el enlace por si no la habéis leído.

Esta es Carmen, y esta es su historia…

 

Carmen Angoloti nació en Madrid el 7 de diciembre de 1875. Sus padres eran Carmen Mesa y Joaquín Angoloti y Merlo, senador por la provincia de Orense y presidente de la cámara de Comercio.

Carmen se casa muy joven a la edad de 17 años con el oficial de caballería Pablo Montesinos Espartero, primogénito de los duques de la Victoria, lo que más tarde convertiría a Carmen en Duquesa de la Victoria.

En 1905, Pablo fue nombrado agregado militar en la embajada española en Berlín por lo que la pareja vivió varios años en Alemania. El Duque ejerció como gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII y fue miembro de su escolta. Carmen por su lado fue nombrada dama de la Reina en 1911 y poco a poco forjó una estrecha amistad con la familia real que duraría toda la vida.

Como mujer de clase alta que era, estaba acostumbrada a colaborar en  muchos actos de caridad y beneficencia. Le gustaba tanto ayudar a los que lo necesitaban que en 1913 ingesó en la Cruz Roja y colaboró en la creación de la red de hospitales de esta institución. Entre 1918 y 1920 cursó sus estudios como Dama-enfermera siendo la primera de su promoción.

En el verano de 1921, Carmen se encontraba veraneando en San Sebastián cuando recibió la noticia de la derrota del ejército en el protectorado español en Marruecos, en el que se conoce como el desastre de Annual. Esta es una de las mayores derrotas del ejercito español, la cual se cobró más de 14000 bajas.

Ante esta situación, la reina Victoria Eugenia de Battenberg envió ayuda de la Cruz Roja de inmediato. Con Carmen al frente, partieron un grupo de damas enfermeras tanto profesionales como voluntarias.

Reina Victoria Eugenia de Battenberg

Al llegar a su destino, Carmen y el resto de enfermeras se encontraron con el desastre: hospitales colpsados, falta de higiene… de manera que Carmen se presentó ante el coronel al cargo de la sanidad pero la respuesta de este fue que volvieran a casa, que allí no podían ayudar en nada ni tenían nada que hacer. Carmen hizo caso omiso a sus palabras y siguió adelante con su cometido.

Carmen organizó un nuevo centro de atención para heridos dónde instauró una serie de normas básicas: clasificación y vigilancia de los ingresados en función de la gravedad de sus heridas, no por rango militar, control estricto de los posoperatorios, mejoras en alimentación, control exhaustivo de la limpieza y desinfección (la limpiexa solía estar muy descuidada en los hospitales militares).

Gracias a la labor de Carmen en la Cruz Roja fue posible la apertura de dos hospitales en Melilla. El primero abrió en 1921 con 86 camas y el segundo se inauguró en 1922 con 150 camas. Más tarde en 1923 se abrieron dos hospitales más en Lache y Tetuán. También se habilitaron barracones en el propio campo de batalla.

Carmen viajaba constantemente para supervisar los hospitales y los heridos. También instauró una innovación hospitalaria: habilita una biblioteca.

Los enfermos la querían mucho y a menudo recibía sus muestras de cariño. Algunos la llamaban “la Madre Carmen”.

Tras la proclamación de la Segunda República, Carmen abandona España acompañando a los Reyes, con los que tenia una estrecha relación, en su exilio por Roma. Durante la Guerra Civil Española, Carmen fue detenida por el bando republicano y poco después fue puesta en libertad. Su marido Pablo Montesinos no tuvo tanta suerte y fue fusilado en 3 de noviembre de 1936.

En 1939 Carmen fue nombrada presidenta de los hospitales de la Cruz Roja en España, cargo que ostentó hasta poco antes de su fallecimiento en 1959.

Hoy en día, esta ilustre mujer es poco conocida, lo cual es una lástima, no obstante, esta entrega hacia los demás ha hecho que se le dediquen monumentos en distintos lugares como en su Madrid natal o en Cádiz. Uno de ellos se encuentra en la puerta del hospital de la Cruz Roja de Santa Adela.

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