Duquesa de Alençon
Personajes

La duquesa de Alençon, hermana de Sisí y El bazar de la Caridad de París

Esta es otra de esas historias trágicas del pasado, esas que al recordarlas e intentar imaginarlas hacen que seamos conscientes de nuestra fragilidad en este mundo y experimentemos una extraordinaria empatía y admiración por aquellos que, en una situación de vida u muerte no miran atrás.

Sofía Carlota de Baviera no era una mujer cualquiera. Nació el 22 de febrero de 1847 en el Palacio de Possenhofen de Babiera. Era una princesa bávara perteneciente a la casa de Wittelsbach. Sus padres fueron Maximiliano de Baviera y Ludovica de Baviera, duques de Baviera. Sus hermanas eran Elena de Baviera, la emperatriz Isabel de Baviera, más conocida como Sissí y María Sofía de Baviera, la que se convertiría en la reina de las Dos Sicilias.

Sofía Carlota de Baviera, duquesa de Alençon. Fuente: Wikipedia

Durante su juventud, Sofia Carlota tuvo una relación frustrada que no acabó en matrimonio con su primo Luis II de Baviera. Tras este desengaño, la joven contrajo matrimonio con el príncipe francés Fernando Felipe María de la casa de Orleans, duque de Alençon. Con esta unión, Sofia Carlota se convirtió en duquesa de Alençon. El matrimonio tuvo dos hijos: Luisa y Manuel de Orleans.

Fernando Felipe Maria de Orlenas, duque de Alençon. Fuente: wikipedia

El 6 de abril de 1897, Sofía Carlota y otras damas de la alta sociedad fueron reunidas por el barón de Mackau para llevar a cabo la organización del Gran Bazar de la caridad de París, un evento benéfico para recaudar fondos para los más necesitados. Este gran evento se llevó a cabo entre los años 1885 y 1897. El bazar abriría sus puertas durante 4 días consecutivos y se celebraría en un gran hangar de madera barnizada de 200 metros cuadrados: 80 metros de cargo y 13 metros de ancho entre los nº15 y 17 de la rue Jean-Goujon, en el VII Distrito de París. Al fondo del recinto había un patio interior de 15 metros de profundidad, adyacente al Hotel du Palais y a la imprenta del periódico La Croix.

La decoración del interior del bazar era muy lujosa, con paredes forradas de hiedra y follaje con el objetivo de recrear una calle del viejo París de la Edad Media. Para ello se utilizaron materiales como cartulinas, telas y papel maché además de madera. Los puestos de las vendedoras (otras damas de la alta sociedad parisina) se situaron a los lados, eran de madera y estaban cubiertos por una lona pintada simulando ser comercios medievales. Había unas 10 mujeres en cada uno de los 22 puestos, todas ellas hicieron donaciones de obras de arte y otros objetos. Los beneficios de todas las ventas de destinarían a diferentes instituciones de caridad.

Calle medieval del bazar. Fuente Wikipedia

El edificio contaba con dos puertas dobles que daban acceso a un gran pasillo central. También había un salón de damas, un bufé con una cocina, un sótano y las oficinas de las anfitrionas (entre ellas, Sofia Carlota, duquesa de Alençon) pero la gran novedad sin duda era la sala del cinematógrafo, pegada a la fachada trasera del hangar. El bazar ofrecía aquel espectáculo en el que, por 50 centavos, podían verse imágenes animadas de los hermanos Lumiére.

Ilustración del mercado medieval antes del incendio publicada en Le Petit Journal. Fuente: Wikipedia

El martes 3 de mayo arrancó con la primera jornada del evento al que asistió la Señorita de Flores, la hija del embajador de España. Al día siguiente, el 4 de mayo, el bazar fue bendecido por el arzobispo apostólico Eugenio Clari a las 15’00h, en ese momento había entre 1200 y 1700 personas presenciando la bendición. Cuando el arzobispo hubo terminado quedaban en el bazar entre 800 y 1200 personas, aproximadamente 40 de los cuales eran hombres.

 Hacia las 16’15h, en la sala del cinematógrafo, la lámpara de proyección agotó su reserva de éter por lo que era necesario rellenarla para que siguiera funcionando. Entonces Bellac, el encargado de la proyección le indicó a su asistente Grégorie Bagrachow que necesitaba luz para poder rellenar el depósito. Si Bagrachow hubiera corrido la cortina en vez de encender una cerilla la gran tragedia pudo haberse evitado. Por desgracia, la sala no tenía ventilación por lo que los vapores de éter se inflamaron a causa de la llama de la cerilla y en ese instante la sala empezó a arder tras la explosión.

Toda la decoración del bazar estaba hecha con materiales inflamables y el fuego se extendió con extraordinaria rapidez. El pánico se apoderó de las mujeres que se abalanzaron hacia las dos únicas puertas de salida, las cuales, aparte de no estar señalizadas adecuadamente, eran insuficientes por lo que las mujeres, que se empujaban para poder salir, empezaron a caer las unas sobre las otras. Rápidamente, una de las dos puertas quedó bloqueada por varios cadáveres.

Muchos hombres que trabajaban en los alrededores del bazar corrieron al auxilio de las víctimas del incendio, y consiguieron sacar a unas 150 personas. Entre esos hombres estaban los cocineros del hotel colindante. Por otro lado, los hombres aristócratas que consiguieron salir del bazar en llamas fueron acusados más tarde de salvarse sin ayudar y pisotear a las mujeres que intentaban salir. En varios casos esas acusaciones eran falsas, como en el caso del conde Robert de Montesquieu, acusado de golpear a mujeres y a niños con su bastón para poder salir del edificio en llamas, pero en realidad en conde no estuvo presente durante la catástrofe…

Otros intentaron salir por el patio interior, pero el humo, el calor y los cadáveres que se iban amontonando lo hicieron rápidamente inaccesible. Otras 50 personas lograron escapar de las llamas a través de unas escaleras de casi 10 metros colocadas en la pared de la imprenta por sus trabajadores. 10 minutos bastaron para que el techo y las paredes cedieran y atraparan en su interior alrededor de un centenar de personas, la práctica totalidad de ellas eran mujeres.

A las 16’39h la alerta llega a los bomberos, que se personaron 5 minutos más tarde en el lugar del desastre. La bomba de vapor de los bomberos de la época tenía una capacidad de agua muy baja, lo cual limitaba mucho su eficacia. Una vez extinguido el incendio se inició la búsqueda de los restos de las víctimas. Durante ese proceso se recogieron objetos y joyas importantes para la identificación de las víctimas. Se recuperaron 126 cadáveres, 112 de los cuales se llevaron al Palacio de la industria (utilizado a modo de morgue) para que sus familiares pudieran ir a identificarlos. También hubo centenares de heridos.

Día después del incendio del Bazar de la Caridad, 1897. Fuente: Wikipedia

Gracias al testimonio de una monja superviviente se sabe que la duquesa de Alençon permaneció en el bazar una vez iniciado el incendio intentando organizar la salida de los más jóvenes. Según la testigo, la duquesa dijo: “Primero los jóvenes, luego los visitantes” pidiendo a todos que no se preocuparan por ella. Una vez hizo salir a los jóvenes a la calle, la duquesa se dirigió a la puerta principal, lugar donde vio por última vez a su marido, el duque de Alençon. Por desgracia, el camino ya estaba bloqueado y la duquesa quedó atrapada entre las llamas. A sus pies vio a una monja que gritaba desesperada, asegurando que iban a morir, a lo que Sofía respondió: “¡Si, pero en unos minutos veremos a Dios!

La duquesa de Alençon gritó: «¡Primero los jóvenes, luego los visitantes!»

La duquesa pereció junto a las vizcondesa de Beauchamp, a la que cubrió con sus brazos para evitar que siguiera viendo el fuego arrasándolo todo. No se sabe si murió asfixiada o quemada viva pero su cuerpo fue identificado gracias a su dentadura y a sus empastes de oro. El marido de Sofía quedó destrozado por la pérdida de esta e intentó tomar los hábitos religiosos, pero su deseo no se cumplió a pesar de la apelación ante el Papa Pío X. El duque de Orleans murió 13 años más tarde y fue enterrado junto a su mujer en la capilla real de Dreux.

En el lugar donde antes se ubicó el bazar se levantó una capilla expiatoria llamada Notre Dame de Consolation dedicada a las víctimas de esta tragedia. Existe una página web donde pueden programarse las visitas a esta capilla, podéis verla aquí.

Capilla de Notre Dame de Consolation. Fuente: solosophie.com

Actualmente puede verse en Netflix una serie basada en esta tragedia y los sucesos posteriores llamada el bazar de la Caridad.

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