El jardín secreto
Lo que más me gusta de la infancia es sin duda el mundo de inocencia y fantasía que se puede crear en la mente de los niños, y gracias al cine y a los libros, podemos adentrarnos en ese mundo ya desconocido si ya somos más mayores, y que quizá, hemos olvidado.
Muchas son las películas que de pequeños ha dejado huella en nosotros y viéndolas años después podemos recordar perfectamente como nos sentimos la primera vez que las vimos. Eso es exactamente lo que me ocurre a mí con la película de la que os quiero hablar hoy: El jardín secreto, basada en el libro de Francis Hodgson Burnett.
En ellos se narra la historia de una niña huérfana llamada Mary a principios del siglo XX, concretamente en el año 1906. La niña se desplaza desde la India al condado de Yorkshire dónde vive su introvertido tío Carvern y su primo, un niño enfermizo llamado Colin. Allí descubrirá un jardín que lleva diez años cerrado y los increíbles secretos que atesora en él.
La película tiene un estilo muy clásico que me enamoró desde la primera escena, la indumentaria de la época, las flores, y en general todos los matices de color que se van volviendo más intensos a medida que la trama avanza pasando de un ambiente más tétrico y triste a la germinación de la alegría que va surgiendo hacia el final.
Os recomiendo encarecidamente esta película porque tiene un mensaje muy optimista, ideal para verla en familia y disfrutar de un agradable rato.